El paro baja en 110.100 personas entre abril y junio y se crean 464.900 empleos

El número de ocupados aumenta en 464.900 personas en el segundo trimestre de 2021 respecto al trimestre anterior
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El mercado laboral cerró el segundo trimestre del año con el segundo mayor ascenso de su historia, sólo superado por el crecimiento que tuvo lugar entre julio y septiembre del año pasado, con el desconfinamiento de la economía. De nuevo en esta ocasión el levantamiento de las restricciones sanitarias ha sido clave para impulsar la creación 464.900 puestos de trabajo en el segundo trimestre del año con respecto al primero, de acuerdo con las cifras de la Encuesta de Población Activa publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con ello, el mercado laboral alcanza los 19.671.700 ocupados, apenas 133.200 trabajadores menos que en el mismo periodo de 2019, antes de la crisis del coronavirus.

Se trata de un dato muy positivo, ya que viene acompañado de un cierto crecimiento de las horas de trabajo que apunta a la recuperación de numerosos trabajadores desde el ERTE, con algunas provincias y actividades económicas que ya han recuperado las cifras de ocupación previas a la crisis. Sin embargo, también es necesario tomar las cifras con cautela, porque buena parte del empleo generado en este periodo es en el sector público, mientras que el privado sigue 378.300 puestos por debajo de las cifras anteriores a la pandemia, o se ha generado de forma coyuntural en sectores que se han visto favorecidos por la situación sanitaria, pero cuyo avance se puede revertir en los próximos años.

Entre abril y junio se crearon 464.900 puestos de trabajo, una cifra que duplica los incrementos en el mismo trimestre de cada uno de los diez años anteriores al estallido de la pandemia. Esta cifra supone un incremento del empleo del 5,7% que se cimienta, principalmente, sobre el final de las restricciones sanitarias, la reapertura de diversas actividades y el mayor optimismo por la vacunación, que ha permitido liberar parte de la demanda embalsada el año pasado. Pero para ver la auténtica magnitud de este avance es necesario mirar también al incremento en las horas trabajadas, que suma otro 2%.

Con ello, las jornadas equivalentes a tiempo completo suben un 7,7% respecto al arranque del año, lo que convierte a este trimestre en el segundo mejor periodo de la serie histórica, aunque en esto han jugado un papel fundamental no sólo el menor número de trabajadores en ERTE, sino también «la menor incidencia de las vacaciones, la reducción de las ausencias por enfermedad y del paro parcial por razones técnicas o económicas», señala el INE. Con ello, además, el número de desempleados se ha reducido en 110.100 personas entre abril y junio, hasta los 3.543.800 desempleados, con lo que la tasa de paro se reduce en siete décimas, hasta el 15,3%. Sin embargo, hay que destacar que la caída del desempleo es de apenas una cuarta parte del aumento del paro, lo que se puede deber a la mayor incorporación de personas a la búsqueda de empleo, alentados por las mayores posibilidades en esta fase de la recuperación.

De hecho, hay motivos para poner en tela de juicio el vigor de este crecimiento. El principal es la composición de esta creación de empleo, ya que, aunque el empleo privado ha sido el gran protagonista del empujón entre abril y junio, sumando nueve de cada diez nuevos empleos respecto al primer trimestre del año, también hay que tener en cuenta que el público tenía poco margen de crecimiento, porque ya se encuentra en máximos históricos, con 3.439.600 ocupados.

Esto es, 245.100 puestos de trabajo más que antes de la crisis, cuando el sector privado, que crece más por el efecto rebote, todavía se encuentra con 378.300 empleos menos que en 2019. Por ello, el dato de que se ha recuperado el 90% del empleo perdido durante la crisis no es tan positivo como parece a primera vista. Los datos por sectores, además, revelan que buena parte de la creación de empleo se debe al rebote de actividades muy afectadas por la pandemia que han recuperado buena parte de su actividad entre abril y junio, pero que siguen muy por debajo de las cifras de 2019 y es improbable que las recuperen en el corto plazo. Así, los servicios de comidas y bebidas capitalizan la tercera parte de la creación de empleo en estos tres meses, con 161.600 ocupados más que en el primer trimestre, pero todavía necesitan recuperar una cifra similar para alcanzar los niveles prepandemia. Esta actividad va seguida de la construcción (con 63.000 nuevos trabajadores), seguidas de los servicios de alojamiento (49.400), la Administración Pública sin incluir la sanidad o la educación (29.800) o las actividades recreativas (29.500).

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